¿En qué consiste
el tratamiento?
El plasma rico en plaquetas (PRP) es un producto con grandes ventajas y numerosas utilidades. Entre sus indicaciones actuales se encuentra este tratamiento para combatir la alopecia y el envejecimiento cutáneo.
La Bioestimulación con plasma es una técnica mínimamente dolorosa y con ella se consiguen muy buenos resultados. El plasma rico en plaquetas contiene abundantes factores de crecimiento, son sustancias que ayudan a que se generen nuevos vasos sanguíneos en la zona que infiltramos llegando más nutrientes a la misma y, que nos ayudan a aumentar la proliferación de células y de fibras, entre ellas algunas tan interesantes y conocidas como el colágeno y la elastina, que dan consistencia a la piel.
Una de sus principales ventajas es que es un producto que se obtiene del propio paciente, por lo que no ocasiona problemas de alergias ni de rechazos. Además, no precisa la realización de pruebas previas, sólo la valoración dermatológica del paciente (historia clínica y exploración física con toma de imágenes clínicas).
Objetivos
El objetivo de este tratamiento, en el caso de la infiltración del cuero cabelludo para el tratamiento de la alopecia, es conseguir la aparición de pelo nuevo y el aumento del grosor del ya existente. Todo ello se percibe como un aumento de la densidad capilar.
En el caso de la infiltración de la piel (cara o escote) para el tratamiento del foto o crono-envejecimiento es conseguir aumentar la elasticidad y la luminosidad, disminuir la flacidez y las arrugas.
Técnica
El PRP se obtiene de forma similar a una analítica normal. Es un tratamiento ambulatorio y no precisa ingreso. Hay que extraer un poco de sangre (20 cc) y luego se coloca en una máquina (centrifugadora) que se encarga de separar la sangre en varias partes. Una de ellas será el PRP, que cogeremos, para con él infiltrar mediante unas agujas muy finas la zona de la piel o del cuero cabelludo que queramos tratar.
Lo único que se añade al PRP es un compuesto cálcico para activar las plaquetas y que liberen los factores de crecimiento, que son los elementos clave del tratamiento.
Antes de someterse a este tratamiento se precisa una evaluación médica. Siempre se deben evaluar los antecedentes personales del paciente, especialmente aquellas enfermedades y/o medicación que puedan interferir.
En el caso de la alopecia, hay que valorar el grado y el tipo de alopecia, dado que no todas las alopecias son iguales y, por tanto no precisan el mismo tratamiento.
En el caso de utilizarlo como tratamiento antienvejecimiento hay que valorar tipo de arrugas, localización, perspectivas de la paciente, tratamientos previos y tratamientos domiciliarios.